Lo bonito de este arte es abrir carpetas de tu ordenador y encontrar con fotos de como empezaron algunos de nuestros árboles.

En mi caso, me gusta empezar los árboles y madurarlos con tiempo, verlos avanzar y poder disfrutar y aprender con ellos durante el proceso. Este es uno de esos ejemplos.

Una vieja pata de olivo silvestre que llegó a casa hace ya casi 10 años, y que poco a poco empezó su camino en esto del bonsai.

Han pasado ya algunos años y he tenido la suerte de trabajar durante estos años el árbol junto a Erasmo García, Nacho Salar y otros maestros que me han ayudado y aconsejado el mejor camino a seguir para que el árbol se convierta poco a poco en lo que tenía en mente.

Esta foto es de hace unos días tras un pequeño alambrado.

Falta aumentar la ramificación en la parte trasera para cubrir el hueco que hay sobre la primera rama y ganar profundidad en ese espacio.

Ya os digo yo que la foto no le hace justicia.

Un saludo a tod@s y espero que sigáis bien!