Como buen aficionado de este arte, también tengo entre manos muchos de estos pequeños que gusta formar desde cero. Material de segunda que poco a poco vamos transformando y sacando el verdadero bonsai que hay en su interior.
Hoy os traigo uno de estos materiales "desechables" por muchos y que para mí, son una perdición. En concreto este acebuche de pequeñas dimensiones.
A simple vista es un árbol sin gracia, un tocón recuperado de los pies de un acebuche y que ha enraizado sin más, pero después de un año de cultivo en akadama pura y con una primera formación de por donde va a ir el verde, toca darle algo más de carácter:
Y para ello, aprovechando la poca madera muerta que tiene, he decidido abrirle un pequeño shari para que vaya ganando carácter y que poco a poco iré trabajando de manera manual.
Por ahora, este es el resultado:
Pasados unos dias desde el trabajo, la brotación sigue su curso y promete que va a ser un buen año de trabajos.
En este tipo de material, no suelo pintarlo ni proteger la madera porque lo que busco es que vaya ganando carácter, aparezcan grietas y otros efectos del sol, el viento y la humedad donde poder seguir remarcando el efecto de vejez. Poco a poco os iré contando su evolución.
Un saludo a tod@s!!