Varios fueron los eventos a los que pude asistir y aunque diferentes entre ellos, todos venían a cumplir con un único objetivo: disfrutar del mundo del bonsai.

Y todo esto no hubiese sido posible sin la propuesta realizada hace un año por parte de Jose Antonio. Una propuesta de colaborar en un taller, que os hablaré en la siguiente entrada, y que ha sido el artífice de esta locura.

Y aunque ha sido un fin de semana "intenso" en todos los sentidos y que hemos pasado "mil y una aventuras", nunca hemos perdido la sonrisa y siempre hemos sabido reírnos de todo lo que nos ha pasado: Desde el "tempusfujit" en nuestra visita al restaurante coreano, hasta la llegada a Aranjuez, sin olvidar la noche que descubrimos los secretos de las macetas de Nakano!

Así que sólo me queda dar las gracias de nuevo a Jose Antonio y su mujer María por hacerme pasar uno de los fines de semana más divertidos de los últimos años!

Un saludo a tod@s!