Desde que volví de Alemania no había vuelto a pasar por la escuela de Erasmo en Cartagena, y la verdad, tenía muchisimas ganas.

El pasado sábado 1 de noviembre, y coinciendo con la festividad de todos los Santos, pude escaparme a pasar el día en Cartagena y aprovechar para trabajar alguno de mis árboles bajo sus consejos.

Toca empezar a limpiar pinos y es una tarea que siempre me genera respeto, por eso, decidí que esta labor mejor llevarla a cabo junto a mi maestro. No hice fotos del proceso, pero os puedo contar que fué largo.

Lo mejor de ir a clase con Erasmo es el ambiente que se respira en su Escuela y aprender de sus consejos y de su forma de entender los bonsais.

Ahora que parece que tengo algo más de tiempo, pretendo retomar mis clases y seguir mejorando en este arte. Prometo una entrada más extensa dedicada a Erasmo y su Escuela.

Aquí unas fotos del antes y el despúes del pino.