Horrores del bonsai. Un paseo por Ámsterdam

by - marzo 15, 2015

Como bien sabéis, hace unos días tuve que viajar a Holanda por  motivos de trabajo y los que seguís el blog sabéis que siempre que puedo intento buscar lo relacionado con el bonsai en aquellas ciudades que visito. Pues bien, aquí va el resumen de mi paso por varias ciudades de Holanda.

En esta ocasión, no he tenido todo el tiempo que me hubiese gustado para buscar los sitios de bonsai que conozco. Por ejemplo, en la ciudad de Utrech hay un centro especializado que merece la pena visitar, pero que dado el poco tiempo que he tenido lo he dejado pendiente para mi siguiente viaje. Lo que sí he disfrutado es de la naturaleza que rodea cada uno de los rincones de las ciudades. Así que armado con mi Peugeot descapotable...


Me he recorrido la ciudad de Wageningen y he quedado maravillado con los árboles que habitan sus principales calles y algún que otro rincón.




Ya el sábado, nos fuimos mi mujer y yo a Ámsterdam a pasar el día y decidimos visitar el famoso mercado de las flores de esta ciudad. La verdad que es un espectáculo para los sentidos ver los puestos llenos de tan coloridos tulipanes y decorados con una exquisitez increíble...



...pero ya aquí empecé a notar la amenaza de los bonsais. En casi todos los puestos vendían SEMILLAS DE BONSAI! 
Oh my God!




Lo peor de todo es que la gran mayoría de los turistas que se paraban en estos reclamos, caían en el engaño publicitario y pensaban que con una de esas semillas podría obtener en cuestión de  meses un ejemplar como los de las fotos, con sus sharis, sus hojas reducidas, su madera envejecida y sobre todo, con toda la ramificación formada!

Intenté explicarle a un grupo de turistas españoles que eso no era tan fácil, pero me miraron con cara de ...¿y tú que sabrás? Si lo venden es porque es verdad...

El día prometía más torturas, así que decidí seguir mi ruta turística y hacerme la típica foto en las letras de Ámsterdam...

No os hagáis ilusión con pensar que podréis haceros una foto decente en estas letras y pillar todo el cartel...están masificadas!

Volviendo al centro, me apetecía ir al barrio "chino" para ver que me encontraba por allí, así que le pedí ayuda a un amable señor y le expliqué que este BonsaiLover que os habla, quería encontrar algo relacionado con el bonsai en ese barrio... Su reacción...Se quedó de piedra! y desenvainó su espada...creo que me estaba poniendo en sobre aviso de lo que iba a pasar!


Y es que al llegar, me encontré con infinidad de puestos de comida, llamemosle oriental, miles de patos a la pequinesa se exhiben en los escaparates para las delicias de los turistas, pero entre tanta comida, un escaparate me llamó la atención...(y no por sus precios)

 En esta tienda de decoración había algunos suisekis con sus daizas correspondientes, pero creo que el exceso de peso en mi equipaje me quitó rápidamente el interés por lo allí expuesto (¿o fueron los precios?)

La cosa es que la tienda era una pasada de muebles de estilo japonés y chino, incluso tenía algún que otro kakemono llamativo pero al llegar a una zona de la tienda...HORROR!...


Si las semillas habían atormentado mi mente, estas "obras" me terminaron de confirmar que en este viaje poco bonsai me iba a encontrar... Así que solo me quedaba parar en el templo budista y presentar mis oraciones a la deidad del mismo.



Espero que os hayáis divertido con esta entrada tanto como yo a la hora de hacerla. Y os invito a que viajéis y descubráis cada uno de los rincones de los lugares que visitéis. Sobretodo, salid de las zonas turísticas y así podréis conocer realmente las ciudades que visitáis.

Un saludo a tod@s!

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