Todo tiene un por qué
Buenas!
Muchos os preguntaréis que ha pasado en estas últimas semanas que no he dado señales de vida. Pues bien, la respuesta es bien sencilla... El pasado 4 de octubre me casé... Y entre los últimos preparativos, el día de la boda y el viaje de novios, pues he tenido un poco descuidado el blog, pero no los bonsais.
Y os estaréis preguntando ahora, y ¿Por qué nos cuenta que se ha casado, si esto es un blog de bonsais?
Buena pregunta, y espero que la respuesta sea de vuestro agrado!
Como bien sabéis, los bonsailovers tenemos esta extraña enfermedad del bonsai que entre otros sintomas nos hace pensar 24 horas en bonsai y todo lo que nos rodea es motivo de darle una vuelta de tuerca. Y así ha sido en mi boda también!
A la hora de preparar el detalle que hemos regalado a los invitados para que tengan un recuerdo de este día tan especial para nosotros, decidimos hace ya cerca de un año preparar bonsais para todos los invitados. Aquí os presento un poco el proceso.
La especie elegida fue olea europea sylvestris, es decir, acebuches. Por su resistencia en manos de gente "primeriza" y por lo llamativo de esas hojas tan pequeñas y verdes. Y decidimos que todo tenia que ser artesano. Por eso, la planta es de un vivero de aquí de Almería, las macetas nos las hicieron para el acontecimiento en una alfarería tradicional y las cajas de embalaje las compramos en una empresa de cartonaje. El resto fue cosa de abono, agua y mucho sol y mimos.
En la boda, la gente quedó sorprendida y se hicieron mil fotos, abriendo sus paquetes...
Cada paquete llevaba su pequeño manual con unas nociones básicas para que el árbol viva muchos años, pero aún así, nos hemos encontrado con alguna propuesta que nos pide talleres personalizados... Ya sabéis lo que dicen, sarna con gusto no pica!
Bueno, ya sabéis lo que ha pasado en estas últimas semanas!
Un saludo y gracias por las visitas!
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