El mejor vino del mundo...de una parra bonsai!

by - febrero 14, 2014

Hola a tod@s!

Hoy, día de San Valentín, muchos de vosotros estaréis pensando en descorchar una botella de vino para acompañar vuestras cenas románticas.

Pero, y si el vino lo hacemos con uvas de nuestra parra bonsai? Sería una pasada! Una mini cosecha, pero fijo fijo que digna de las mejores bodegas!

Pues bien, para hacer el vino, primero tenemos que tener las uvas, y para tener las uvas, tenemos que tener la parra y lo que es más dificil todavía! Debemos eduacarla en el arte del bonsai. Ósea, que esta noche el vino, no va a ser de uva-bonsai!

La parra que os presento lleva conmigo 4 años. Hasta el año pasado todo iba fenomenal, pero una poda excesiva de raíces me mató una gran parte de esta parra y todo el diseño y el trabajo que llevaba hecho se fue un poco al traste. Su estado actual es el que os muestro a continuación:




Como podéis ver, el diseño actual presenta más defectos que virtudes y los tramos rectos en ángulo le dan un aspecto muy feo. Nada interesante.

Dándole vueltas y más vueltas, decido empezar de nuevo y formar con la única zona viva el futuro del árbol. Para disimular el tramo recto, algo tan sencillo como cambiar el ángulo de plantación y la inclinación.



Me gusta el nuevo diseño. Le da algo de movimiento y el defecto de ese tramo tan recto se "disimula" un poco con este nuevo ángulo. Pues...manos a la obra, a trasplantar!


El elevado número de raíces me ha dado una alegría, porque temía que estuviese algo más débil por el daño del año pasado.
Una pequeña poda y a probar macetas. Esta vez ha sido fácil, la primera que he probado...la que más me ha convencido. Aquí os enseño como debe quedar:

Pues...a terminar el trasplante. Una vez terminado el trasplante, he empezado a descubrir la madera muerta, para poco a poco ir trabajandola y sanearla.






Pues por hoy ya esta bien. Al final he podado un poco más corto, y ahora un buen riego y a dejar descansar. El siguiente trabajo será limpiar la madera y seguir refinando el pequeño jin. 

Ha cambiado bastante ¿verdad? Y sólo se ha corregido el ángulo de plantación. Muchas veces, el mejor trabajo nace de la propia observación. Tened esto último muy presente cuando vayais a trabajar vuestros árboles y si es necesario un papel y un lápiz, no dudéis en dibujar.

Aquí os dejo el antes y el despúes para que podáis apreciarlo mejor:


Y ahora, a tomarse una copita de vino! Que es San Valentín y...love is in the air!



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