La primavera y sus peligros.
Buenas!
Después de unas semanas en las que he estado algo liado y no he podido dedicaros el tiempo que os merecéis, hoy vuelvo con una entrada dedicada a las temidas plagas.
Hace un tiempo os contaba sobre los trips en los ficus como plaga. Podéis recordar la entrada pinchando aquí. Hoy os quiero presentar otra plaga que ataca a un sinfín de especies.
Todo empieza cuando Jesús me llama por teléfono y me cuenta que tiene los árboles algo descuidados por no disponer de todo el tiempo que querría y que le preocupa el estado de uno en concreto. Sin más, quedamos para que me lo acerque a casa y lo vemos.
Así que, Jesús se presenta en casa con varios árboles, porque me ha pedido que le cuide algunos mientras se deslía y su cara de preocupación al darme el árbol me hace temer lo peor.
Bueno, no os hago esperar más, os presento al árbol en cuestión:
A simple vista, este Juniperus procumbens no tiene mala pinta, pero si miramos con detenimiento encontramos zonas que están sanas y otras zonas que amarillean.
Estas decoloraciones son debidas a un ácaro. En concreto a un ataque de araña roja. Las araña roja o Tetranychus urticae, es una de las principales plagas de ácaros que se alimentan de las plantas y que suele ir relacionada a ambientes secos y por desgracia para nosotros, los aficionados al bonsai, suele atacar a un montón de especies que trabajamos en bonsai.
Pues bien, lo primero que he hecho antes de dar ningún tratamiento ha sido eliminar las sedas o telas de araña que aparecen en algunas de las puntas del árbol. Para ello, solo he sometido al árbol a un agradable baño con agua pulverizada a presión. Al eliminar las telas, mejoro el tratamiento que voy a dar, ya que permito que entre por completo y alcance el mayor número de individuos. A su vez, el agua mejora la humedad alrededor del árbol y esto va en contra de la plaga. Le rompemos un poco su clima.
Para tratar esta plaga suelo hacerlo con Abamectina 1,8. La podéis encontrar en numerosos centros de dedicados a la agricultura y bajo diferentes nombres comerciales. Lo importante es que seamos meticulosos en la pulverización y lo hagamos bien.
Nos aseguraremos de que la pulverización es correcta y al cabo de unos 4 días repetiremos el tratamiento. Mientras tanto, el árbol deberá estar separado del resto para evitar que propaguemos la plaga.
Y ya sabéis, la salud de un árbol es esencial para poder realizar un trabajo. Si en este caso, con la plaga sin eliminar, trabajásemos el árbol, podríamos poner en peligro su vida.
Un saludo a todos! Y felices vacaciones!
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