Pinzar, pinzar, pinzar
Parece que la primavera ya va a tomar la tónica de las buenas temperaturas. Y después de unas semanas con temperaturas suaves y varios días seguidos lloviendo, donde aproveché para colocar abono nuevo en cantidad, los árboles empiezan a dar señales de querer correr. Ahora es el momento de afilar las tijeras y trabajarlos.
La técnica de pinzado es una técnica que nos permite retrasar la brotación de los árboles y sobre todo nos permite a potenciar que aparezcan un mayor número de ramas finas en aquellas ramas o partes del árbol que ya consideramos que están acorde con el grosor y que no deberemos dejar crecer más de la cuenta para no perder el diseño de la rama en cuestión.
De esta manera, favorecemos que entre la luz en el interior del árbol y evitaremos tener que volver a empezar una rama que tanto nos cuesta a veces conseguir.
Así que los primeros en querer pasar por la peluquería están siendo los olmos y zelkovas. Hoy os voy a contar la técnica con el olmo conocido como "El anciano" y al que ya conoceréis los seguidores del blog.
Su estado inicial es este, en general ha brotado bastante bien y ha llegado incluso a empezar a sacar brotes cercanos a la zona donde trabajamos el shari este invierno. Esto suele ser normal:
Por lo que armados de paciencia y de unas buenas tijeras, empezamos a trabajar. La idea es ir rama por rama cortando todos aquellos brotes que se hayan alargado y dejamos solamente 2 o 3 hojas, según nos interese, cercanas a la base de la rama. A su vez, aprovechamos para ver que ramas no han brotado bien, elimiaremos los brotes nuevos que no nos interesan y comprobaremos que el alambre todavía no está clavandose.
Poco a poco las ramas van quedando otra vez saneadas y mantienen su diseño.
Y un montón de hojas y tallos después, el resultado final ha sido este:
Ahora otra vez al sol y a seguir disfrutando de sus colores. Debemos estar pendientes porque el alambre está casi a punto de empezar a clavarse y es en ese momento cuando lo vamos a quitar. Por lo demás, lo dejamos madurar.
Y como ha sobrado tiempo, vamos a pinzar otro, en este caso una zelkova nire.Aquí tenéis el antes y el después:
Y un montón de hojas y tallos después, el resultado final ha sido este:
Ahora otra vez al sol y a seguir disfrutando de sus colores. Debemos estar pendientes porque el alambre está casi a punto de empezar a clavarse y es en ese momento cuando lo vamos a quitar. Por lo demás, lo dejamos madurar.
Y como ha sobrado tiempo, vamos a pinzar otro, en este caso una zelkova nire.Aquí tenéis el antes y el después:
En estos tamaños tan reducidos, la técnica de pinzado es muy importante. Si dejamos crecer demasiado los brotes, las ramas engordarán demasiado y romperán el equilibrio del árbol. Por eso hay que vigilar más a fondo y debemos trabajarlos más seguidos. Siempre y cuando la salud del árbol nos lo permita, ya que de vez en cuando es necesario dejarlos tirar un poco a su aire.
Pues bien, con este montón de hojas procedentes de los pinzados de hoy me despido hasta la siguiente entrada.
Un saludo a todos!
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