Menos es más.
Buenas,
Hoy os voy a hablar de otro trabajo realizado en uno de los árboles que Jesús me trajo a casa.
En este caso se trata de un ullastre que lleva en su poder algunos años y que, como en el caso anterior, por motivos de trabajo no ha podido atender durante un tiempo.
Antes de empezar a ver que cortar, o que alambrar, suelo defoliar toda la brotación trasera para favorecer que la luz entre más adentro y poder observar mejor la ramificación. En este caso, y como el árbol va a estar un tiempo en casa, me permito trabajarlo más duro y sanear por completo. Ósea que lo primero, defoliar.
Ya va enseñando su estructura y empiezan a verse algunos errores que debemos subsanar. Nacimientos de ramas incorrectos, bultos y cicatrices sin tratar, es hora de rediseñar por completo y darle un nuevo punto de enfoque a este pequeñajo.
Al final me pasa lo de siempre. Cuando me pongo manos a la obra se me olvida hacer fotos del proceso y cuando quiero hacer la entrada del blog solo me quedan fotos del resultado final.
La foto no hace mención al resultado, pero se aprecia la idea. He decidido cambiar un poco el angulo de plantación y fomentar la copa hacia el lado de la derecha (según se mira). Ahora toca dejarlo descansar, el trasplante ha sido necesario para recolocar y aprovechar para ver el estado de las raíces.
En unas semanas espero que empiece a brotar de nuevo y os pueda mostrar su evolución.
Queda mucho camino por recorrer, pero muchas veces 2 pasos hacia atrás nos hace tomar impulso para dar un paso más grande hacia adelante. Esto es bonsai! Y necesitamos comprender que el tiempo es otro factor a tener en cuenta.
Un saludo a todos!
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