Recientemente he estado de viaje por Portugal de trabajo, que posteriormente he hecho coincidir con unos días de vacaciones para poder conocer a nuestros vecinos. Concretamente he visitado Évora, Lisboa, Estoril, Cascáis y Sintra.

A la hora de planificar mis viajes, me gusta leer sobre los alojamientos en paginas dedicadas a este fin y la casualidad hizo que buscando el hotel en Sintra, me apareciese un hotel dentro de una Escuela de Bonsai...y con los buenos comentarios que tenía y mi nivel de friki, pues allá que reservé un par de noches.

Llegar a Sintra ha sido fácil, y encontrar el hotel-museo también. Por las dos carreteras que se acceden al recinto encontramos señales que nos lo indican correctamente y una vez en el lugar la entrada no crea confusión. 

 Una vez allí, conocímos a los dueños, Marco y su mujer, que desde el primer momento nos hicieron sentirnos en un espacio especial, mimado al detalle y que se sale de un alojamiento normal y corriente. Marco nos enseñó nuestro apartamento y nos explicó la idea de este museo-escuela-vivero-apartamento. Un sueño que nace hace pocos años y que poco a poco con el esfuerzo de estos dos luchadores va abriendose camino.

El jardín zen está mimado al detalle. Fuentes, pagodas, puentes, pequeños estanques con carpas KOI y sobre todo, bonsais. Muchos bonsais.

 

Dentro del museo hay espacio para un vivero, con cafetería donde poder disfrutar gran variedad de tés y pasteles típicos portugueses y en el fondo una escuela dónde se reunen los aficionados todos los sábados a trabajar los árboles. Me ha sorprendido verl el elevado número de aficionados que hay en esta ciudad.

La verdad que ha sido una estancia agradable. Hemos hablado largo y tendido sobre este arte que nos une y el alojamiento, salvo algunas cosas que el propio Marco nos informó que están pendientes de reforma, merece la pena.

La verdad que el apartamento es bastante cómodo y el ambiente lo convierte en algo único.

Mi mujer tiene el cielo ganado conmigo! 

El museo es llamativo, todo está ordenado y crea sensación de paz y tranquilidad. Los árboles, desde mi humilde punto de vista, necesitan un trabajo de refinado más acertado para terminar de conectar con lo que se busca. 

La idea brillante. Espero poder volver en un futuro.