Siguiendo con el hilo de la entrada de hace unos días en los que os presentaba uno de los principales problemas de los aficionados al bonsai (pincha aquí para recordarla), hoy os voy a hablar de las primeras acciones que he llevado a cabo y que considero que son muy importante tenerlas en cuenta incluso en árboles sanos en cuanto a prevención se refiere.

 

 



 



Llamamos medidas preventivas a aquellas acciones que de una forma u otra nos ayuda a mantener nuestros árboles de manera sana reduciendo todo lo posible el nivel de probabilidad de infección. Estas medidas son tan importantes, que en la agricultura forman parte de las llamadas medidas culturales y llevan aplicándose desde tiempos remotos.

 

Muchas de estas medidas se aplican por pura lógica y otras no tanto, pero el resultado es el mismo: prevenir antes que curar.

En el caso que tratamos, el de la tuberculosis del olivo, y como expliqué en la entrada anterior, la infección se realiza por la entrada de la bacteria en heridas o en contacto con tejidos de material sano. Por eso la primera medida ha consistido en separar este árbol del resto de árboles de su especie.

Esto es algo sencillo, pero conlleva una serie de modificaciones en la disposición de la colección que hay que tener en cuenta. En mi caso, al regar sobre la repisa donde están los árboles, el agua de drenaje de las macetas pasa por el resto de la repisa y puede ser una fuente de infección, por lo que he eliminado esa variable colocando una bandeja debajo del árbol, lo que me permite recoger el drenaje de ese árbol y eliminarlo por el sumidero directamente.

Por otra parte, he separado un juego de herramientas (podadora, cortaalambres y tijeras) quedando exclusivas para los trabajos de este árbol y la limpieza de las herramientas es obligatoria despues de cada sesión de trabajo. (Antes también lo era)

Pero quizás lo más importante radique en el estado de vigor de la planta. Recuerdo en mis clases de fitopatología cuando nos hablaban del triangulo de las enfermedades y como el balance hacia uno de sus vértices puede favorecer o no la propagación de una enfermedad. Pues bien, he modificado el plan de abonado de este árbol para que cuente con un vigor excesivo y pueda superar el "estrés" que genera a la planta la infección. En mi caso, estoy utilizando algunos productos que ya os presentaré más adelante que favorecen el metabolismo natural de la planta y promueven las reacciones naturales de la planta. Además de intervenir directamente sobre el sustrato con mejoradores de la estructura y microbiota del suelo (Quimihumic 16)



Por último, el uso de sustancias que promuevan la sintesis de fitoalexinas (defensas naturales de la planta) también ha sido incluido en el plan de tratamiento preventivo. Aunque esto ya os lo contaré más adelante.



En la siguiente entrada os hablaré de los tratamientos curativos.

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