La cosa va de engordes...
Si algo tenemos claro en esto del bonsai, es que el tiempo juega en nuestra contra. Si queremos tener buen material para empezar a trabajar necesitamos invertir dinero o tiempo.
Existen técnicas que permite acelerar un poco ese tiempo y a la vez nos permite disfrutar de la constante evolución de las plantas. Eso sí, requiere una dedicación constante, ya que al igual que los resultados suelen ser algo más rápidos, los posibles daños suelen ser tambien irreversibles.
Es el caso del cultivo en suelo.
Recientemente he preparado un pequeño terreno que dispone mi familia y he decidido empezar a probar con varias especies para engordar directamente y contar con material de buena calidad en poco tiempo para aquellas personas que vienen a mi casa y les gusta trabajar algo.
Es el caso de los ficus. A los que me seguis, sabéis de mi predilección por esta especie, y ya les he dedicado varias entradas a este blog, pero la de hoy es diferente.
Procedente de la poda de los ficus que tengo en casa, decidí enraizar algunos de estos esquejes y una vez enraizados en casa los trasplanté a finales del verano pasado (2013) en suelo. Para controlar el crecimiento de las raices, los plante en colador, para que pudiesen expandirse a sus anchas, pero que a la hora de sacarlos de suelo fuese más fácil para mí.
Bien, antes de venirme a Alemania, les hice estas fotos para ver como iban. El objetivo es dejarlos crecer libremente hasta que vuelva en el mes de julio. Entonces los sacaré de la tierra, los podaré tanto de raices como de ramas y volveré a plantarlos en tierra. Para seguir su engorde.
La idea es hacer bonsais de calidad en tamaño mame o shohin. Y lo bueno es que este año he empezado con otras especies: Gardenias, eleagnus: zelkovas y juniperus. A ver como van creciendo cuando vuelva!
Un saludo a todos y gracias por vuestras visitas
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